sábado, 26 de marzo de 2011

El eje cívico que descubre el Burgos oculto


Corría el año 1996 cuando un convenio pudo definir el principio del fin de una herida cuyas costuras comienzan a cicatrizar. El primer hilván fue la puesta en marcha del desvío ferroviario a finales de 2008 y el segundo pespunte, el inicio de las obras de construcción del bulevar ferroviario en febrero de 2010. Estas costuras comienzan a cicatrizar con la apertura al público ayer viernes y a los coches hoy del eje cívico del bulevar ferroviario que suponen 1.100 metros donde antes 115 trenes diarios, traviesas de vías ferroviarias y muros de aislamiento separaban a la ciudad en dos. Tanto así que la apertura del eje cívico ha supuesto redescubrir nuevas fachadas antes anónimas para la ciudad: el convento de Santa Dorotea del siglo XV, junto a la calle del Carmen; las huertas de la Concepción sobre las que se construirá un parking subterráneo y en cuya superficie se creará una plaza parque; el convento de Santa Clara del siglo XIII, el segundo más antiguo de Burgos, que se ha convertido en un espacio para el disfrute de los ciudadanos con «fuentes, de lámina y banco de solana», tal y como avanzaba en el primer discurso del acto de inauguración del eje cívico del bulevar el gerente del Consorcio Ferroviario, Joaquín Rivas.
Un acto que no se perdieron la subdelegada del Gobierno en Burgos, Berta Tricio,  el secretario de la Delegación Territorial de la Junta en Burgos, Lorenzo Saldaña, los concejales del PP en el Ayuntamiento de Burgos de la oposición sólo estaba presente la concejal del PSOE, Carmen Hernando. Junto a ellos cerca de 200 personas entre autoridades y representantes de las cajas de ahorro y entidades empresariales el alcalde de Burgos, Juan Carlos Aparicio, expresó sus sentimientos en un día «de especial emoción porque no siempre tiene uno la posibilidad de ver cumplido un sueño». Ha reconocido Aparicio que la barrera del río se ha tratado de salvar desde antiguo pero que «ésta barrera era muy dura, evitaba que personas que vivían a unos metros no tuviesen apenas relación ni comunicación». Una situación que, para solventarla, se ha dispuesto de un eje cívico con bancos en cada espacio y rodeando los árboles, áreas de juego, un nuevo parque recuperado como el de la Nevera o las traseras del convento de Santa Clara.
El peatón es el gran protagonista de este nuevo eje transversal que, una vez terminado, recorrerá la ciudad como lo ha hecho desde su origen el río Arlanzón o desde la Edad Media el Camino de Santiago. «No queremos que sea un espacio solo para fotografías que merezcan una admiración estática, queremos que sea un punto de encuentro, esa vía alternativa que haga una ciudad más amable, de más calidad y, ahora ya sí, más segura», ha recalcado el regidor municipal.
 La vía cuenta con dos carriles de circulación de vehículos, uno por cada sentido. Es un eje vertebrador pero, sobretodo, cívico y de interacción entre las personas. También se han habilitado dos plataformas para el transporte público (autobuses, taxis, vehículos de seguridad y sanitarios). En concreto los autobuses «no pararán más que en las paradas para recoger a los viajeros ya que los semáforos tienen un sistema de prioridad para ceder el paso a los autobuses» tal y como el que ya está operativo en el número 7 de la calle Vitoria. Además se han dispuesto dos carril bici, uno por sentido.
La iluminación es otro de los elementos que definirán este espacio en el que se han dispuesto 453 puntos de luz que se distribuyen entre los viales cual gotas que caen de una tela de araña. «El alumbrado público de postes y entramado de cables tiene como misión mantener la memoria urbana de los usos ferroviarios que han tenido estos suelos», ha puntualizado en la presentación Rivas. Pero lo que tiene una mayor relevancia en todo este espacio son las zonas verdes (13.000 metros cuadrados y 400 nuevos árboles) y asientos. Se han dispuesto de varios colores y formas aunque predomina el verde pero también hay bancos de solana en la parte trasera del convento de Santa Clara, en la calle Covarrubias donde se ha abierto un parque nuevo. También se ha recuperado y transformado el denominado Parque de la Nevera que ahora cuenta con tirolinas y toboganes y se mantiene en una zona elevada sobre el bulevar.  Se trata en definitiva de una obra que «está llamada a influir de forma positiva en la vida de varias generaciones y en ellos pensamos con estas acciones a largo plazo» afirmaba el alcalde durante su intervención.  Un espacio de 1.110 metros, cuya puesta en marcha ha supuesto 13 meses de trabajos acelerados con un presupuesto de algo más de diez millones de euros que tras vestirse de largo para el peatón hoy se abre a los vehículos a partir de las 10.00 de la mañana.

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