
La urbanización del bulevar del ferrocarril, diseñada por el estudio de arquitectos suizo Herzog & de Meuron, de gran prestigio mundial, comenzará a construirse en dos años y contará con un presupuesto, todavía aproximado, de 95 millones de euros. El gran espacio que surgirá después de la retirada de las vías se compone de una sucesión de espacios verdes y urbanizaciones que configurarán una gran avenida con carriles independientes para vehículos privados, públicos y bicicletas. La exposición que lo muestra en Caja Círculo (plaza de España) estará abierta hasta el 12 de noviembre.
La conversión de las vías del tren en una gran avenida con espacios verdes y urbanizaciones que conectará la zona de la Universidad con la nueva estación del ferrocarril de alta velocidad, situada entre el barrio de Vista Alegre y Villímar, será una realidad a partir de 2009.
El proyecto de urbanización ha sido diseñado por el estudio de arquitectos suizo Herzog & de Meuron con la colaboración del paisajista francés Michael Desvigne. La presentación del mismo tuvo lugar en octubre ante el Consorcio para la Gestión de la Variante Ferroviaria de Burgos, integrado por el Ayuntamiento y entidades de ahorro de la ciudad, mediante una reunión a la que asistió también la Junta Directiva del Plan Estratégico. La población burgalesa puede verlo hasta el 12 de noviembre en la exposición situada en las instalaciones de Caja Círculo en la Plaza de España. Durante el mes de octubre fue visitada por más de 11.000 personas.
Las actuales vías se convertirán en una gran avenida de doce kilómetros. Se concibe como un nuevo eje verde, a lo largo del cual se crean tres grandes nuevos parques -el parque de la zona oeste, junto a la Granja de Villargámar; el campus universitario y los cerros de San Zoles; el incremento del parque de la Quinta, junto a Fuente Prior y el parque de Via Aquitania, junto a la nueva estación del AVE- así como otras intervenciones puntuales (entorno de la antigua estación, huertas del Hospital de la Concepción-San Agustín, continuidad del Parque de la Nevera) y zonas urbanas con edificios que dotarán a la ciudad de modernidad.
En este nuevo eje verde de jardines, plazas, parques y bosques, el arbolado es otra de las notas importantes del proyecto. Los suizos proponen la plantación de alrededor de 170.000 árboles de pequeño porte, uno por cada burgalés, que a medida que vayan creciendo serán trasladados a otras zonas de la ciudad. Estarán agrupados de manera natural en las aceras, en lugar de crear calles con hileras de árboles. Al ser de pequeño tamaño, evitarán que se formen grandes sombras a lo largo del bulevar.
Movilidad sostenible
La gran avenida de doce kilómetros estará compuesta de dos carriles de ida y vuelta para vehículos y otro para bicicletas. El fomento del transporte público ha sido uno de los objetivos del estudio de arquitectos suizo, que han elegido un transporte sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Un tranvía, un trolebús, también conocido como bus eléctrico, y un autobús con guiado óptico son las opciones que plantean los arquitectos. Cualquier propuesta tendrá en su diseño y color una clara identidad con la ciudad.
Todo el recorrido del bulevar irá iluminado con luminarias de diseño específico, en forma de gotas de agua suspendidas en el aire, ancladas a unos postes que evocan y hacen pervivir en la memoria el uso ferroviario anterior.
El bulevar que atravesará la ciudad de este a oeste también tendrá en algún tramo un diseño que evoca los célebres parques americanos. En suma, se trata de un elemento de identidad lineal que traspasa la ciudad, aglutinándola, de manera similar al Camino de Santiago o al río Arlanzón y que tendrá sus propios hitos urbanos.
El presupuesto de construcción del futuro bulevar, todavía aproximado por el grado de concreción de este tipo de estudios previos, asciende a 95 millones de euros.
La conversión de las vías del tren en una gran avenida con espacios verdes y urbanizaciones que conectará la zona de la Universidad con la nueva estación del ferrocarril de alta velocidad, situada entre el barrio de Vista Alegre y Villímar, será una realidad a partir de 2009.
El proyecto de urbanización ha sido diseñado por el estudio de arquitectos suizo Herzog & de Meuron con la colaboración del paisajista francés Michael Desvigne. La presentación del mismo tuvo lugar en octubre ante el Consorcio para la Gestión de la Variante Ferroviaria de Burgos, integrado por el Ayuntamiento y entidades de ahorro de la ciudad, mediante una reunión a la que asistió también la Junta Directiva del Plan Estratégico. La población burgalesa puede verlo hasta el 12 de noviembre en la exposición situada en las instalaciones de Caja Círculo en la Plaza de España. Durante el mes de octubre fue visitada por más de 11.000 personas.
Las actuales vías se convertirán en una gran avenida de doce kilómetros. Se concibe como un nuevo eje verde, a lo largo del cual se crean tres grandes nuevos parques -el parque de la zona oeste, junto a la Granja de Villargámar; el campus universitario y los cerros de San Zoles; el incremento del parque de la Quinta, junto a Fuente Prior y el parque de Via Aquitania, junto a la nueva estación del AVE- así como otras intervenciones puntuales (entorno de la antigua estación, huertas del Hospital de la Concepción-San Agustín, continuidad del Parque de la Nevera) y zonas urbanas con edificios que dotarán a la ciudad de modernidad.
En este nuevo eje verde de jardines, plazas, parques y bosques, el arbolado es otra de las notas importantes del proyecto. Los suizos proponen la plantación de alrededor de 170.000 árboles de pequeño porte, uno por cada burgalés, que a medida que vayan creciendo serán trasladados a otras zonas de la ciudad. Estarán agrupados de manera natural en las aceras, en lugar de crear calles con hileras de árboles. Al ser de pequeño tamaño, evitarán que se formen grandes sombras a lo largo del bulevar.
Movilidad sostenible
La gran avenida de doce kilómetros estará compuesta de dos carriles de ida y vuelta para vehículos y otro para bicicletas. El fomento del transporte público ha sido uno de los objetivos del estudio de arquitectos suizo, que han elegido un transporte sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Un tranvía, un trolebús, también conocido como bus eléctrico, y un autobús con guiado óptico son las opciones que plantean los arquitectos. Cualquier propuesta tendrá en su diseño y color una clara identidad con la ciudad.
Todo el recorrido del bulevar irá iluminado con luminarias de diseño específico, en forma de gotas de agua suspendidas en el aire, ancladas a unos postes que evocan y hacen pervivir en la memoria el uso ferroviario anterior.
El bulevar que atravesará la ciudad de este a oeste también tendrá en algún tramo un diseño que evoca los célebres parques americanos. En suma, se trata de un elemento de identidad lineal que traspasa la ciudad, aglutinándola, de manera similar al Camino de Santiago o al río Arlanzón y que tendrá sus propios hitos urbanos.
El presupuesto de construcción del futuro bulevar, todavía aproximado por el grado de concreción de este tipo de estudios previos, asciende a 95 millones de euros.
Revista Plaza Mayor Noviembre 2006
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