lunes, 9 de mayo de 2011

Toma de contacto para concienciar de un ARI en San Pedro y San Felices


El Consejo de Barrio de la zona ha matenido una reunión con vecinos para dar a conocer los beneficios de un Área de Rehabilitación Integral, que actúe en edificios y urbanización

El Área de Rehabilitación Integral del Centro Histórico (ARCH) afronta la recta final del plan con la sexta y última convocatoria, que deberá concluir a finales de 2012. Cinco años de trabajo y una inversión de 19 millones de euros permitirán convertir la parta alta del casco histórico en un lugar habitable, donde se fije población. Entretanto, los vecinos de San Cristóbal ultiman la tramitación administrativa para que la Junta de Castilla y León declare el ARI en el barrio a lo largo del año próximo y cambiar la fisonomía de los espacios públicos y la reforma de la treintena de edificios donde viven unas 700 familias. Ayuntamientos y ciudadanos han constatado la oportunidad única en que se han convertido las Áreas de Rehabilitación Integral para intervenir en centros urbanos o barrios degradados, gracias a la colaboración económica de las administraciones públicas.
El Consejo de Barrio y la Plataforma ARI San Cristóbal, en colaboración de técnicos, llevan más de 4 años de duro trabajo en la recopilación de documentación y la elaboración de un proyecto que sirva de hoja de ruta para el futuro. Conscientes de la complejidad de tramitar un Área de Rehabilitación Integral y de contar con la implicación de los vecinos, el Consejo de Barrio de San Pedro y San Felices ha comenzado a mover ficha de cara a obtener a largo plazo el reconocimiento de un ARI para la zona, no antes de 2015.
Hace tres semanas, los representantes vecinales mantuvieron una reunión con presidentes de algunas comunidades de vecinos y este jueves tendrá lugar otro encuentro con el mismo objetivo: crear conciencia de la necesidad de acometer en un futuro una rehabilitación integral de San Pedro y San Felices y ser los siguientes en la capital.
En la primera cita, se convocaron 60 comunidades de propietarios de calles como Alfareros, San Joaquín, Santa Ana, Fray Esteban de la Villa y Ávila, aunque solo acudieron 17 presidentes. Un número más que satisfactorio para el Consejo de Barrio, que asegura que lo importante en este momento es una toma de contacto con representantes vecinales para explicarles la necesidad de acogerse a un ARI. En la segunda reunión, a celebrar en el salón de actos del antiguos CEAS de la calle Zaragoza, están invitados vecinos de San Isidro, Diego Polo, Santa Dorotea, zona de la Barriada de los Ferroviarios y la parte alta de la carretera de Arcos. En muchas de ellas hay inmuebles que se remontan a los años 30 del siglo pasado, que carecen de ascensor, tienen fachadas con humedades, zonas comunes deterioradas con instalaciones muy deficientes y viviendas con problemas de habitabilidad. Un ARI también actúa en espacios públicos, urbanización y equipamientos, de la que se beneficiará este barrio de la zona sur, que cuenta con redes de servicio anticuadas.
Una primera estimación del Consejo de Barrio de San Pedro y San Felices es que el Área de Rehabilitación podría afectar a unos 120 portales y a un millar de viviendas, incluidas alguna casa baja.
La Junta tiene por norma no aprobar la ejecución de más de un ARI en la misma ciudad y al mismo tiempo, por lo que es importante comenzar el trabajo previo cuantos antes y estar bien posicionado respecto a otros barrios. San Pedro y San Felices no es el único interesado puesto que también han apoyado la fórmula del ARI la Asociación de Cabezas de Familia Juan XXII para su entorno en Gamonal.
El Consejo de San Pedro y San Felices se daría por satisfecho con que en esta ronda inicial de contactos hubiera una treintena de comunidades de vecinos que «comenzarán a creérselo» el Área de Rehabilitación Integral. Su secretario, José Fernández, reconoce que su intención es posicionarse justo detrás del barrio de San Cristóbal. De ahí que cuenten con el asesoramiento y la experiencia de representantes del ente que gestionó el ARI de Río Vena y de San Cristóbal.
«Hay que explicar a los vecinos del barrio que el Área de Rehabilitación es una oportunidad que solo pasa una vez en la vida. Nosotros creemos que una actuación de estas características es necesaria para tener un barrio mejor aunque ahora es una idea que debe calar entre los propietarios de las viviendas», precisa. No en vano, el Consejo puede asesorar a la hora de impulsar el ARI y elaborar una memoria para conocer la realidad del entorno pero son los vecinos quienes tienen la última palabra, al tratarse de una decisión de las propias comunidades.
A diferencia de otras zonas, como el polígono residencial de Río Vena o San Cristóbal, donde había una unidad de actuación concreta y bien diferenciada, San Pedro y San Felices debería acogerse a un ARI discontinuo, una fórmula nunca antes utilizada en Burgos. También hay problemas como la edad avanzada de muchos vecinos, el alto porcentaje de viviendas alquiladas y el mal momento económico que puede influir en la decisión de los propietarios.

ayudas del 80%. Fernández explica que hay muchos particulares que cuenten con varios pisos en un mismo edificio e incluso alguno es propietario de todas las viviendas. «Esto dificulta la operación porque la inversión para una sola persona se multiplica por 4 ó 5», apunta el secretario del Consejo. Tomando como referencia otros casos, las subvenciones de un ARI cubren el 70% del coste de la obra, pudiendo alcanzar hasta el 80%, mientras que el resto debe ser aportado por los vecinos.
El Consejo de Barrio de San Pedro y San Felices no ha querido mencionar a los vecinos la Inspección Técnica de Edificios, aunque será algo a lo que tendrán someterse, más pronto que tarde, los inmuebles que superen los 40 años de antigüedad. «Los dueños estarán obligados a realizar obras de mejora para ajustarse a la norma, que no serán financiadas por las administraciones como si ocurre con un ARI», explica Fernández.    

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